El cáncer de esófago es uno de los cánceres digestivos menos frecuentes y afecta a los hombres en mayor proporción.
Existen dos tipos de tumores:
- Benignos, con buen pronóstico, representados por el leiomioma.
- Malignos, que suponen cáncer, siendo el epidermoide el más frecuente y el adenocarcinoma menos habitual.
El cáncer de esófago nace en las zonas metaplásicas columnares ocasionadas por el esófago de Barret o como extensión de un cáncer de estómago. Se manifiesta con disfagia (dificultad para tragar), mal sabor de boca, halitosis (mal olor de boca), regurgitación y dolor retroesternal.
Los tratamientos incluyen radioterapia y quimioterapia y si el cáncer está en estadíos iniciales, cirugía. Los procedimientos quirúrgicos que se pueden llevar a cabo son: extirpar el esófago y colocar un injerto (esofaguectomía), unir la porción inferior del esófago con el estómago (esófagogastrostomía) o bien abocar el esófago al exterior en el cuello y alimentarse mediante un catéter (esofagostomía). Si el cáncer está muy avanzado se realizarán cuidados paliativos.
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